Este estadios es icónico porque fue el primero en ser presentado y representa la primera piedra, el punto de partida, del Mundial de Qatar 2022. En la presentación, en 2010, se dijo que en ese estadios se inauguraría el Mundial y se jugaría la final. Sin embargo, ya no será así, pero recibirá la final de la Copa. El proyecto, dirigido por el fallecido arquitecto Albert Speer Jr., contará con un techo retráctil, palcos y un hotel para los espectadores. El estadio oroginal tendría una capacidad de 80 000 espectadores, pero se amplió a 94 500, como señal de respeto al proyecto original de Speer. Es probable que sea desmantelado al final del Mundial.
El estadio Lusail será la sede del Argentina-México, el primer partido que agotó las entradas, así como el Portugal-Uruguay, una semifinal y la final.
