Como una de las selecciones más atractivas, Argentina vuelve a la Copa de la mano del mejor jugador del mundo, Lionel Messi.
Su historia es innegablemente rica. Llegó a la final en su primera participación en un Mundial en 1930, aunque perdió 4-2 contra Uruguay. En 1938, Argentina renunció a participar en la Copa, en señal de protesta porque la FIFA prefirió favorecer a Francia para organizar el Mundial. Entre 1929 y 1959, su selección ganó la Copa América 12 veces pero el éxito en el máximo torneo se le resistía. Muchos creen que haber cancelado las Copas en 1942 y 1946 debido a la Guerra les impidió, ya que contaban con una generación histórica, apoyada en la máquina de Ríver y en la figura de Alfredo Di Stéfano.
En 1966, pudo calificar a octavos y le tocó jugar contra el local, Inglaterra. Ahí perdió, aunque ese partido ha quedado como una de las polémicas más famosas de la historia, cuando el árbitro expulsó al capitán Rattín por protestar y la albiceleste cayó 1-0. El salto de calidad llegó en 1978, cuando levantó la copa por primera vez, en su propio terreno, bajo la dirección del maestro César Luis Menotti y los goles del matador Mario Alberto Kempes.
Argentina repetiría la hazaña en 1986, gracias al genio de Diego Armando Maradona. Llegó de nuevo a la final en 1990, para ver cómo un dudoso penal transformado por Andreas Brehme sellaba la victoria de Alemania.
Con una marca de haber llegado a cinco finales mundialistas, Argentina es una selección siempre poderosa y uno de los posibles candidatos constantes para ser considerado como favorito. Aunque de 1994 a 2014 no ha podido pasar de cuartos de final, en Brasil llegó hasta la final, pero la perdió contra Alemania con un gol de Mario Götze.
En Rusia llegaron con muchas dudas y su actuación fue inconsistente, sin embargo, llegan a Qatar como campeones de América y un equipo muy bien estructurado, que no sólo depende de Messi. Es, sin duda, una de las selecciones favoritas para el título.