Bélgica es uno de los miembros fundadores de la FIFA, ha participado en 13 fases finales mundialistas, y no se perdió ninguna edición entre 1982 y 2002. En Francia 1998, el combinado dirigido por Georges Leekens quedó tercero en su grupo y, pese a no conocer la derrota, tuvo que hacer las maletas al concluir la primera fase, después de tres empates. Cuatro años más tarde, en Corea/Japón 2002, los hombres de Robert Waseige perdieron en octavos de final ante Brasil, la futura campeona. Pero la plantilla que estuvo más cerca de la gloria fue la de México 1986, que llegó hasta semifinales de la mano del gran portero y capitán Jean Marie Pfaff, antes de ser eliminada por la Argentina de Maradona, la selección campeona. En Brasil, una nueva generación dorada logró colarse hasta cuartos de final, pero ahí los detuvo Argentina, 1-0.
Sin embargo, llegaron a Rusia 2018 con la misma generación fortalecida, joven y diversa, dirigida por Roberto Martínez, y fueron protagonistas de la Copa: eliminaron a Brasil en cuartos y perdieron en semifinales contra la Francia campeona. Aun así, derrotaron a Inglaterra en el partido de tercer lugar.
Llegan a Qatar con altas expectativas y como la última oportunidad de su generación dorada.