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Francia 1998

La XVI Copa Mundial fue la mayor de la historia: en ella participaron 32 equipos que disputaron 64 encuentros. Los ocho grupos, de cuatro selecciones cada uno, fueron repartidos por toda Francia, entre los diez estadios nuevos o remodelados. El partido inaugural y la final se disputaron en el espléndido Estadio de Francia, de reciente construcción, situado en Saint-Denis, al norte de París.

La participación de 32 países suponía treinta puestos de clasificación disponibles, lo que dio más oportunidades a equipos africanos y asiáticos. Los grupos de cuatro equipos también reflejaron la distribución geográfica, ya que todos ellos, excepto uno, contaban con dos selecciones europeas, una americana y otra africana o asiática.

Como suele ocurrir, la primera ronda deparó algunas sorpresas. Algunos de los favoritos tuvieron que dejar paso a conjuntos por cuya clasificación nadie habría apostado en un principio. España, tras un mal comienzo y a pesar de despedirse con la cabeza bien alta, no consiguió acabar con su mal fario en la Copa Mundial. Cuando lo tenía todo en contra, tras caer por 3 - 2 ante Nigeria en su primer partido, el equipo de Javier Clemente logró hacerle seis goles a una desventurada Bulgaria, pero finalmente fue Paraguay, tras su victoria sobre las águilas verdes, que lideraban el grupo, quien consiguió clasificarse, dejando fuera a España.

Colombia también se quedó en la primera fase, en un grupo encabezado por una selección rumana que dio la sorpresa al imponerse a Inglaterra por 2 - 1. Escocia y Jamaica tuvieron que inclinarse en sus grupos de clasificación ante Brasil y Argentina, respectivamente, pero sus hinchadas aprovecharon las dos primeras semanas de competición para repartir efusión y alegría por toda Francia. Marruecos también se marchó del torneo con cierta amargura, ya que un penal en el último minuto permitió a Noruega derrotar a la selección brasileña todopoderosa y arrebatar la segunda plaza del grupo al combinado marroquí.

Por su parte, Francia, la nación anfitriona, avanzaba con paso lento pero seguro hacia su cita con el destino. Tras hacer pleno en la fase de liguilla, encontró una encarnizada resistencia ante Paraguay y necesitó para clasificarse el primer (y hasta ahora único) gol de oro de la historia de la Copa Mundial de la FIFA, logrado por el defensa central Laurent Blanc en el minuto 113. Italia fue su siguiente rival, y esta vez fueron los postes los que vinieron a su rescate. Roberto Baggio cabeceó fuera un balón cuando estaba sin marca en los últimos minutos de la prórroga y Luigi di Biagio envió al larguero el quinto y decisivo lanzamiento de la tanda de penales.

En semifinales, el país anfitrión se cruzó con la revelación del campeonato: Croacia. En su primera Copa Mundial tras la división de la ex Yugoslavia en varios estados independientes, los héroes de camiseta a cuadros de Miroslav Blazevic arrollaron a Alemania con un 3 - 0 en cuartos de final y, más adelante, dejaron de piedra a la afición local cuando Davor Suker, ganador de la bota de oro, adelantó a su equipo ante Francia después del descanso. Surgió entonces la figura el lateral derecho Lilian Thuram eligió ese preciso momento para marcar sus dos primeros goles como internacional y preparó una final de ensueño: Francia, el país organizador, contra Brasil, vigente campeona, que se había impuesto a Chile, Dinamarca y Holanda en las eliminatorias.

Así fue como, el 12 de julio, llegó el día de la gloria, si tomamos prestada una línea de La Marsellesa. Con un gol de cabeza en el minuto 27 y otro en el tiempo añadido de la primera mitad, el mediapunta Zinédine Zidane asestó a sus rivales brasileños dos golpes de los que ya no se recuperarían. A pesar de quedarse con diez hombres tras la expulsión de Marcel Desailly en el minuto 68, la fortaleza francesa no sólo resistió la acometida final de Brasil, sino que incluso marcó otro tanto, tras un contragolpe de Emmanuel Petit en el último minuto. El pitido final del colegiado marroquí Belqola, el primer africano que arbitraba una final de la Copa Mundial, fue la señal para que todo el país diera rienda suelta a un éxtasis de júbilo. Tan sólo en los Campos Elíseos se dieron cita más de un millón de personas, que celebraron el triunfo bailando toda la noche. Ahí empezó una campaña francesa en la que se involucró la política y que se explica muy bien en el documental Les bleus de David Dietz y Sonia Dauger.

En cuanto a resultados deportivos, Francia 98 pasará a la historia como una Copa Mundial de gran éxito. El incremento del número de participantes a 32 eliminó la red de seguridad que existía previamente para un grupo de 24 naciones y que permitía clasificarse entre los 16 definitivos con sólo ser el mejor tercero de grupo. En esta ocasión, era un todo o nada en los grupos de clasificación. Por esta razón, la mayor parte de los equipos se lanzaron a buscar el gol olvidando tácticas más defensivas.

El líder de el Frente Nacional Francés, Jean Marie Le Pen, quién continuamente realizaba campañas contra la inmigración, destacó que su seleccionado es algo artificial con los colores de Francia. Por otro lado la ONU felicitó al seleccionado galo, ya que contaba con franceses de procedencia de Ghana, Argelia, Armenia, Portugal, Guadalupe, Nueva Caledonia y Argentina.





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