El presidente de la Confederación de Fútbol de Oceanía, Charlie Dempsey, se abstuvo de votar en la tercera ronda por la elección de la sede para el Mundial del 2006, luego de votar en la primera y en la segunda por Sudáfrica, cuando la propia confederación de su continente había elegido el voto a favor de Inglaterra, en un primer momento y en una segunda instancia a Sudáfrica. Luego de la votación, Dempsey, abandonó Zurich.
El partido inaugural se realizó el 9 de junio en el Estadio Olímpico de Munich, remodelado por los famosos arquitectos suizos, Herzog y de Meuron, el mismo donde en el Mundial del 74 la selección alemana se consagró campeona del mundo. La final de la copa se disputó el 9 de julio en el Estadio Olímpico de Berlín, donde se celebraron las Olimpíadas de 1936.
Italia fue el campeón del torneo, luego de esa final que pasará a la historia como la final de la tristeza, en la que el cisne atropelló a la bestia. Pero esta edición de la Copa Mundial de la FIFA no fue sólo un éxito para Italia. El joven equipo de Jurgen Klinsmann se subió al tercer podio haciendo un futbol atacante y de gran cilindrada que además era bonito de ver. Los anfitriones acabaron máximos realizadores con 14 goles, 5 de ellos a cargo de Miroslav Klose, ganador de la Bota de Oro.
Hubo espectáculo para todos los gustos. Por ejemplo, el que ofreció un Zidane montado en la máquina del tiempo para regresar a sus mejores años y contribuir a que la Francia de Raymond Domenech dejara en la cuneta a España y a Brasil en su camino hacia Berlín. La proeza hizo acreedor al veterano de 33 años del Balón de Oro. Sin embargo, aunque marcó un gol contra Italia ocho años después de haber acertado dos en la final de 1998, el astro francés no cumplió su sueño. El fulgurante extremo portugués Cristiano Ronaldo fue otra figura que brilló en el ascenso de su equipo hasta los cuatro mejores, algo que no ocurría desde 1966. Al perder contra Francia, el seleccionador de Portugal, Luiz Felipe Scolari, no pudo encadenar su segunda final consecutiva en el certamen después de su triunfo en 2002 con Brasil.
Otros hechos notables fueron: el empate sin goles que Trinidad y Tobago logró ante Suecia en su estreno mundialista la victoria de Ecuador sobre Polonia y Costa Rica, que significó su pase a la segunda ronda por primera vez en su historia la bravura de los australianos contra Japón, que les permitió remontar el choque con tres goles en los diez últimos minutos y pasar a la ronda de octavos y la defensa de Suiza, que permaneció imbatible en sus cuatro contiendas.
Y, como no podía ser de otro modo, también hubo decepciones. Si bien Ronaldo entró en el libro de los récords con su gol 15 en la Copa Mundial, las estrellas brasileñas no dieron la talla pese a llegar a cuartos, y lo mismo le ocurrió a Inglaterra. Por su parte, los conjuntos asiáticos no pudieron mantenerse a la altura demostrada en 2002 y regresaron pronto a casa. A medida que avanzaba el torneo hacia las fases eliminatorias, los goles fueron haciéndose cada vez más escasos (Alemania 2006 tiene el promedio más bajo de goles desde 1990), y también las sorpresas, salvo quizás el pase de Ucrania a cuartos. Allí los ucranianos perdieron contra Italia, pero no tuvieron nada de qué avergonzarse, pues Cannavaro y compañía se proclamarían campeones luego.